Todos los fieles, incorporados a Cristo por el Bautismo, pueden formar parte de la Obra del Corazón Inmaculado, con tal de que compartan su inspiración, sus objetivos y su espiritualidad.
Tras un periodo de formación de al menos dos años y luego con la Consagración se convertirán en miembros en todos los sentidos.
Acto de consagración
“A María Santísima, bendita y llena de gracia, al fruto bendito de tu vientre, el Verbo Encarnado, Jesús, en la Divina Voluntad del Padre, y al Espíritu Paráclito, inspirador único de la verdad y del amor, con amor me consagro en este día. Con humildad y esperanza confío en la protección y en la gracia divinas para que la fidelidad de mi vida a Dios y a los fines de la Obra Corona del Corazón Inmaculado de María Santísima sea una realidad fecunda de florecimiento de Corolas que oran por la justicia, la unidad, la paz, la verdad y el amor de la humanidad renovada y santa. Amén"